Un poco de historia

perezalvarez.net fue una idea que empezó, allá por el verano de 2002, por el capricho de tener un dominio propio para construir una dirección de correo electrónico. Se trataba de que la dirección estuviera formada únicamente por el nombre y los apellidos —minombre@perezalvarez.net—, evitando incluir la denominación de los proveedores habituales de aquel tiempo, como hotmail.com, yahoo.es, o los nacionales terra.es o telefonica.net. Gmail todavía no existía.

Y ya puestos, una vez conseguido el dominio, por qué no tener además un servidor de páginas web, que ya se podía contratar en un proveedor de servicios razonablemente barato, incluso montarlo en casa teniendo una simple ADSL y un router convencional. Pues manos a la obra. Así fue como empezó todo.

Nace, aunque no del todo, un sitio web

En aquellos lejanos tiempos, cuando se empezaba a construir un sitio web se definía primero la estructura, que poco a poco se iba llenando con los contenidos que transcribían pacientemente los administradores y técnicos. Era frecuente que en muchas páginas apareciera la leyenda Página en construcción, unida a una señal de tráfico de advertencia de obras. Como el arranque del sitio perezalvarez.net iba camino de ser un parto largo, interminable, se optó por cambiar el mensaje convencional por otro más ocurrente, Sitio web en permanente fase de gestación. Y para reforzar la idea, en vez de señal de tráfico se puso la imagen de una mujer así, en fase de gestación. Y lo que empezó como una broma inicial, para unos pocos días, en vista de que la gestación no terminaba nunca pues se quedó como portada definitiva.

Aunque el sitio web arrancó sin tener una idea previa de los contenidos que iba a albergar —como se puede apreciar en el párrafo de presentación, altruista pero con toques de prevención por pasadas experiencias—, al poco tiempo vino bien para ir documentando y compartiendo material de Inp, aquella aplicación que desde el año 2002 se desarrolló para gestión docente en plataforma Pocket PC. Entre los años 2003 y 2007 fue un sitio con mucha actividad, hubo miles de descargas, y unos cuantos miles más de visitas a las páginas que contenían la información y los recursos. Pero aquel proyecto Inp quedó estancado a mediados de 2008, y la página desde entonces es un simple recuerdo y almacén de curiosidades de aquellos tiempos de trabajo tan intenso y frenético.

Paralelamente el sitio perezalvarez.net fue abriendo otro espacio de documentación y recursos sobre libros electrónicos, primero con archivos de formato CHM, que resultaba muy útil y manejable para publicaciones electrónicas, y después con archivos ePUB, el estándar definitivo para libros electrónicos y toda clase de publicaciones en formato digital.

Ya de tener un espacio web, hubo un tímido intento de usarlo para recursos docentes, incluso como blog personal, pero no resultó ni útil ni especialmente interesante y fue cayendo también en un progresivo abandono.

El inexorable paso del tiempo

Mediando ya el año 2020, los contenidos que alberga el sitio perezalvarez.net —también .es y .com, conseguidos años después del primer registro inicial .net— son solo ya material para el recuerdo, en unas páginas de apariencia muy antigua y con un formato que cada vez se adapta peor a los estándares que requieren los actuales navegadores y dispositivos móviles. Un reciente intento de encajar todos sus contenidos en los modernos CMS, gestores de contenido como WordPress, Drupal, Joomla!…, resultó farragoso, con resultados que dejaban mucho que desear.

Así pues, se ha optado por modernizar con la plataforma WordPress solamente la fachada, con breves resúmenes comentados de las páginas correspondientes del sitio antiguo, a las que se puede acceder mediante los oportunos enlaces. De esta manera el sitio renovado perezalvarez.net queda más accesible en la internet actual. Las páginas antiguas, pura curiosidad de un pasado tan apasionante como lejano, se conservan intactas, en su estado y forma originales. Aquel deseo de don Marcelino Menéndez Pelayo, Él vierta vino viejo en odres nuevos, aquí no ha resultado posible. Ni convincente. El vino viejo, mejor en odres viejos.

En cada una de las páginas sucesivas se presenta una breve reseña de la correspondiente página antigua, con un enlace que lleva hasta ella y la abre en una nueva pestaña. El enlace al sitio antiguo completo está aquí.

León, junio de 2020